sábado, 25 de junio de 2016

388 Péndulo y colisiones.

Con un trozo de hilo, una bola de corcho o de plástico y un cáncamo podemos construir un péndulo. 
Necesitamos dos péndulos de igual longitud para estudiar las colisiones.

El primer péndulo (el proyectil) se eleva una cierta altura, se suelta y golpea al segundo péndulo (el blanco) que se encuentra en reposo en el punto más bajo. Si utilizamos bolas de corcho o de ping pong podemos suponer que se trata de una colisión elástica y que se conserva la energía cinética y la cantidad de movimiento (el producto de la masa por la velocidad).

Se pueden estudiar varios casos dependiendo de las masas de los dos péndulos:

1) Si las masas son iguales el primer péndulo queda en reposo y el segundo asciende alcanzando la misma altura que tenía inicialmente el proyectil.

2) Si la masa del proyectil es mayor que la del blanco las dos masas ascienden del mismo lado.

3) Si la masa del proyectil es menor que la del blanco el proyectil retrocede después de la colisión y el blanco asciende.

Al ser una colisión el resultado de fuerzas internas siempre se conserva la cantidad de movimiento pero la energía cinética suele disiparse parcialmente. En una colisión elástica se conserva la energía cinética y en una colisión inelástica se disipa parte de la energía.

Sustituyendo uno de los péndulos por una bolsa de arena tenemos un ejemplo de colisión inelástica. Después de la colisión el proyectil queda en reposo y la bolsa de arena apenas se mueve. Al colisionar el péndulo con la bolsa los granos de arena se mueven, chocan unos contra otros y disipan la energía por fricción. La energía cinética se transforma en calor por fricción.





domingo, 5 de junio de 2016

387 Un sifón de papel

Para realizar nuestro experimento necesitamos un par de vasos, agua con colorante y papel de cocina absorbente.



En primer lugar preparamos un tubo de papel enrollando un trozo de papel absorbente de cocina. Si metemos un extremo del tubo de papel en un vaso con agua vemos que el líquido sube por el papel por capilaridad. Podemos usar el tubo para trasvasar líquidos de un vaso a otro. Cuando el tubo de papel está totalmente mojado actúa como un sifón y el agua pasa poco a poco de un vaso a otro.

En nuestro experimento, igual que sucede con los vasos comunicantes, el proceso finaliza cuando el líquido alcanza la misma altura en los dos vasos sin importar la forma y el tamaño de los recipientes.